Manchas comunes
Pon un poco de jabón sobre la mancha, frótalo un poco y a la
lavadora.
Manchas grandes (sangre, Coca-Cola, café, aceite, maquillaje…)
Cubre la mancha con jabón, déjalo reposar durante la noche o
varias horas. Al día siguiente las manchas prácticamente habrán desaparecido,
frota lo que quede y a la lavadora. Si las manchas son de grasas (aceites industriales, cadenas de bicicleta, motores…) o hierba puedes frotarlas con un cepillo
suave y si no desaparecen repite la operación hasta que desaparezcan.
Manchas de vino tinto
Las manchas de vino tinto así como las de alguna frutas son
las más difíciles de eliminar. Pon un poco de vino blanco sobre la mancha, frótalo
bien. Después pondremos el jabón y volveremos a frotar, si aún así no la has
podido quitar vuelve a poner jabón y déjalo reposar unas horas.
Manchas en manteles, ropa de cama antigua…
Algunas veces, cuando sacamos un mantel que hace tiempo que
no hemos usado, ¡SORPRESA! Está lleno de lamparones amarillos e incluso
marrones. Estas manchas en realidad son restos de suciedad de los alimentos, el
sudor, el aceite… son material orgánico y con el tiempo se oxidan, dando lugar
a estas desagradables marcas. Para eliminarlas deberás enjabonar bien la prenda
hasta que salga espuma, a continuación pon un poco de lejía sobre las manchas
(el jabón actúa como protector y la lejía no estropeará la ropa) frota un poco
y sumerge la prenda en agua tibia por lo menos durante una hora. Después de una
hora la lejía ya no es efectiva, si la tienes más tiempo puede estropearse la
prenda. Pasado este tiempo aclara la prenda y ponla en la lavadora. Cuando finalice
el lavado si las manchas no han desaparecido totalmente tiende la prenda como
de costumbre y al día siguiente repite la operación. Esto también te puede
servir para las manchas que no puedas eliminar solo con el jabón.
Manchas de tinta
Sumerge la mancha en un recipiente con leche tibia y déjalo reposar,
la mancha se expandirá. Ponla en jabón, frótala y a la lavadora.
Manchas en la madera
Frotar con un corcho o bien con aceite de oliva mezclado con
ceniza.
Mantas, cortinas, edredones, fundas de sofá y ropa muy sucia
Antes de ponerlas en la lavadora, ponlas a remojo con agua
caliente y unas cucharadas de amoniaco, déjalo reposar un rato comprobarás que
la mayor parte de la suciedad queda en el agua, acláralo y ponlo en la lavadora
como de costumbre.
Este jabón también te puede servir como desincrustante, si se te ha pegado la comida deja el cacharro en el fregadero con un poco de jabón y agua caliente durante un buen rato. Después con un papel de cocina quita los restos de alimentos y lávalo con tu lavavajillas habitual.